Hicieron historia hace casi una década y ahora vuelven a protagonizar otro capítulo para el recuerdo. En un encuentro histórico, el presidente de China , Xi Jinping , se ha reunido este miércoles en Pekín con el expresidente de Taiwán , Ma Ying-jeou . Ambos ya celebraron una cumbre en Singapur en noviembre de 2015 , cuando Ma ocupaba todavía el poder, pero esta es la primera vez que un presidente o expresidente taiwanés es recibido por el máximo dirigente del régimen comunista en suelo chino. «Los compatriotas a ambos lados del estrecho de Taiwán son todos chinos. No hay problema que no se pueda resolver ni problema del que no se pueda hablar . Y no hay fuerzas que puedan separarnos», le ha dicho Xi Jinping a Ma Ying-jeou en los primeros minutos de su encuentro, abiertos a la Prensa, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua . La unificación de la isla de Taiwán es la máxima aspiración de China desde que el padre del régimen, el revolucionario comunista Mao Zedong , ganara en 1949 la guerra civil al Generalísimo Chiang Kai-shek. Derrotado, este se refugió con sus tropas en la isla, donde montó una réplica de su Gobierno en el continente del partido nacionalista Kuomintang (KMT) . En plena Guerra Fría, Chiang Kai-shek dirigió Taiwán con una dictadura de derechas aliada de Estados Unidos y Occidente y enfrentada al también autoritario régimen del Partido Comunista chino . Con el tiempo, Taiwán alcanzó un extraordinario crecimiento económico a partir de 1970 y la democracia en la década de 1990. Pero también perdió su escaño en la ONU con el nombre oficial de República de China, que fue ocupado por la República Popular China en 1971. Noticia Relacionada estandar Si «Ha sido estremecedor»: el peor terremoto en un cuarto de siglo deja cientos de heridos en Taiwán Jaime Santirso | Corresponsal en Pekín La operación de rescate ha identificado nueve fallecidos a consecuencia del seísmo, de magnitud 7,4 Como uno de los últimos vestigios de la Guerra Fría , las dos Chinas siguen separadas por sus distintos sistemas políticos, pero unidas por su cultura común y sus negocios. Por ese motivo, Pekín aspira a la unificación y corteja a las figuras del KMT como Ma Ying-jeou, quien presidió la isla entre 2008 y 2016. Pero, desde entonces, se han sucedido tres presidentes del Partido Democrático Progresista (PDP) , cuyo discurso soberanista repele a China por temor a que la isla declare formalmente su independencia . Aunque Taiwán tienen su propio Gobierno elegido democráticamente, su propia moneda, su propio pasaporte y su propio Ejército, no pertenece a la ONU ni es reconocido por la inmensa mayoría de Estados del mundo, que mantienen relaciones diplomáticas con el régimen de Pekín por el principio de «una sola China». «Ninguna interferencia extranjera puede parar la tendencia histórica de la reunificación nacional» Xi Jinping Presidente de China Aprovechando su auge como superpotencia global, el gigante chino sigue arrinconando a la pequeña isla taiwanesa no solo en el escenario internacional, sino también en su propio territorio. Así se entiende este encuentro de Xi Jinping con el expresidente Ma Ying-jeou, puenteando al Gobierno soberanista del PDP que ganó las elecciones celebradas en enero . A poco más de un mes de que su presidente electo, William Lai , tome posesión, la reunión de Xi y Ma ha coincidido con el nombramiento del nuevo primer ministro taiwanés, Cho Jung-tai. Al igual que durante los dos mandatos anteriores de la presidenta Tsai Ing-wen , se espera más tensión en el estrecho de Taiwán durante la presidencia de William Lai , a quien Pekín considera un «separatista». «Si hay una guerra, sería insoportable para la nación china, pero las dos orillas del estrecho de Taiwán tienen la sabiduría para manejar sus disputas pacíficamente» Ma Ying-jeou Expresidente de Taiwán Alertando del riesgo de un conflicto, Ma Ying-jeou le ha explicado a Xi Jinping que «las recientes tensiones han disparado el sentido de inseguridad entre el público de Taiwán» y le ha advertido de que «si hay una guerra, sería insoportable para la nación china» . Pero también confía en que «ambas orillas del estrecho puedan respetar los valores y modos de vida de sus gentes» y cree que «las dos partes tienen la sabiduría para manejar sus disputas pacíficamente», según recoge el periódico ‘South China Morning Post’ . En clara alusión a EE.UU., principal aliado político y militar de Taiwán, Xi Jinping ha vuelto a insistir en que «ninguna interferencia extranjera puede parar la unificación» de China y Taiwán. Durante el mandato de Ma Ying-jeou, Pekín y Taipéi vivieron un acercamiento político que se tradujo en fluidas relaciones económicas y comerciales y en una avalancha de turistas chinos que se gastaban un dineral en Taiwán. Recordando aquella época dorada, Ma sigue usando su influencia en el KMT para mejorar las relaciones en el estrecho de Formosa y el año pasado empezó a liderar estos viajes al continente, en los que le acompañan estudiantes taiwaneses a modo de intercambio cultural. En esta ocasión, y tras diez días recorriendo el sur de China y Xi´an, ha concluido su visita repitiendo su histórico encuentro de 2015 con Xi Jinping. Pero tanto el Gobierno de Taiwán como sus seguidores desconfían de este acercamiento por miedo a perder su democracia bajo el autoritario régimen chino.