El cambio climático podría estar vinculado con un crecimiento en muertes y discapacidades debido a accidentes cerebrovasculares en regiones de todo el mundo, según un estudio publicado en ‘ Neurology ‘.Los investigadores encontraron que durante más de tres décadas de temperaturas no óptimas, aquellas por encima o por debajo de las temperaturas asociadas con las tasas de muerte más bajas, estaban cada vez más vinculadas con la muerte y la discapacidad debido a accidentes cerebrovasculares o ictus.No obstante, advierten los investigadores, el estudio no demuestra que el cambio climático cause accidentes cerebrovasculares, solo muestra una asociación. Además, tampoco examinó otros factores de riesgo como la hipertensión arterial y los niveles altos de colesterol.Noticia Relacionada reportaje Si La epidemia silenciosa que está dañando nuestro hígado Cristina Garrido Los malos hábitos dietéticos, la falta de actividad física y el consumo de alcohol han contribuido al aumento notable de los casos de hígado graso. Su incidencia se ha duplicado desde 1990 y los expertos piden a Sanidad un Plan Nacional de Salud HepáticaLos investigadores han visto que la mayoría de estos accidentes cerebrovasculares se debieron a temperaturas más bajas que las óptimas, sin embargo, también encontraron un aumento en los accidentes cerebrovasculares relacionados con temperaturas más altas que las óptimas.Por ejemplo, en el caso de las temperaturas más bajas, se sabe que se puede producir una contracción de los vasos sanguíneos de una persona, aumentando así la tensión arterial, un factor de riesgo para el accidente cerebrovascular. En cuanto a las temperaturas más altas, pueden causar deshidratación, afectando los niveles de colesterol y produciendo en flujo sanguíneo más lento, factores que también pueden provocar accidentes cerebrovasculares.« Los cambios dramáticos de temperatura en los últimos años han afectado la salud humana y han causado una preocupación generalizada », señala el autor del estudio Quan Cheng , del Hospital Xiangya de la Universidad Central del Sur en Changsha (China). «Nuestro trabajo encontró que estos cambios de temperatura pueden aumentar la carga de accidentes cerebrovasculares en todo el mundo, especialmente en poblaciones mayores y áreas con menos recursos en la atención médica».Para el estudio, los investigadores examinaron 30 años de registros de salud de más de 200 países y territorios. Examinaron el número de muertes por accidente cerebrovascular y la carga de discapacidad relacionada con el accidente cerebrovascular debido a las temperaturas no óptimas.Luego dividieron los datos para observar diferentes regiones, países y territorios. También observaron grupos de edad y género.En 2019, hubo 521.031 muertes por accidente cerebrovascular vinculadas a temperaturas no óptimas. También hubo 9,4 millones de años de vida ajustados por discapacidad debido a accidentes cerebrovasculares relacionados con temperaturas no óptimas. Los años de vida ajustados por discapacidad son el número de años de vida perdidos debido a la muerte prematura y los años vividos con enfermedad.Al comparar las temperaturas bajas con las altas, encontraron que 474.002 de las muertes totales estaban vinculadas a temperaturas bajas.Los investigadores observaron además que la tasa de muerte por accidente cerebrovascular debido a cambios de temperatura para los varones fue de 7,7 por cada 100.000 en comparación con 5,9 por cada 100,000 para las mujeres.« Se necesita más investigación para determinar el impacto del cambio de temperatura en los accidentes cerebrovasculares y para dirigir soluciones que aborden las desigualdades en la salud -asegura Cheng-. La investigación futura debería apuntar a reducir esta amenaza encontrando políticas de salud efectivas que aborden las posibles causas del cambio climático».